domingo, 11 de diciembre de 2011

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Hoy me siento vacía,

hoy te he vuelto a recordar,

junto a la esperanza y los anhelos

de un pasado que ya no está.


Llevo tiempo sufriendo,

y ahora no puedo pensar.

No puedo dejar de lado

toda esta ansiedad.


Te quise y me dejaste,

me quisiste y te dejé.

Dile a mi corazón humano

el por qué de nuestro querer.


Creo que te amé

y creo que tú a mi también.

Me pregunto entonces,

lo nuestro, qué fue.


Cómo pudimos causarnos tanto daño,

cómo pudimos crear tanto dolor.

Y pensar que pasando los años,

te imaginaba junto a mi corazón.


Quizá no eras para mi

al igual que yo no era para ti.

Pero sé que te he querido

y de todo esto algo aprendí.


Ya solo conservo el recuerdo

de algo que en el pasado vive,

a veces un borroso repaso

a veces un dolor que pervive.


Pero nada puedo esperar

si permanezco anclada en este pesar,

por lo que me alegro de haber compartido

algo que, a veces, fue especial.


Hoy un poco más sabia,

despierto cada día más

y espero con paciencia

conocer la felicidad.


E.


miércoles, 12 de octubre de 2011

If I die young

Si muero joven, quiero que me entierren en un bonito bosque al que nadie sepa ir jamás.
Quiero ser la única que ese día aparezca en silencio y quiero que me cubran con un bonito manto de seda rojo.
Si muero joven, quiero que suene una alegre melodía en un precioso piano acompañando el leve murmullo de un pequeño río.
Si muero joven, quiero que aparezca un rayo de sol para que ilumine a mi madre y así sepa que estoy con ella.
Si muero joven, quiero que me narren historias del primer amor, de cómo es esa primera caricia que yo nunca sentiré.
Quiero escuchar la risa de los niños, la alegría de los míos.
Nada es blanco o negro, ni siquiera gris.
Si te tumbas en el césped recién cortado, dime qué se siente al notar la brisa en tu piel.
Si muero joven, cuéntame qué te preocupa, tengo todo el tiempo del mundo.
Quiero que recuerdes las cosas que te hacían reír de mí y que te rías de las cosas que te hacían enfadar.
Si muero joven, no mires al pasado con nostalgia, mira al futuro con alegría, pues ahora soy inmortal, amor, y estaré siempre ahí para ti.
Quiere a los que te quieren y a los que te quisieron...
Si muero joven, sólo debes saber que aprendí todo lo que me enseñaste.
Deja de preocuparte, ya solo puedo tener paz y amor y para ti dejo la fe.
Si muero joven, guarda tus lágrimas en un pequeño frasquito para cuando las necesites de verdad y quiero que utilices mis cosas, yo ya no las necesito.
Si muero joven, quiero que me entierren en un bonito bosque al que nadie sepa ir jamás.
Si muero joven, quiero que me despidan con una alegre melodía en un precioso piano.
Si muero joven...


E.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Y para el resto...Only Time...

Por esa última vez que no se vio...por todo aquel Tiempo que estuvo esperando y no hubo manera...
Nunca...nunca se debe dejar para mañana lo que se pueda hacer hoy, puede que no vuelvas a tener la oportunidad de realizarlo...
Cuando eso pasa, cuando ya no hay vuelta atrás...Only Time...

E.

BSO: Enya - Only Time


jueves, 11 de agosto de 2011

Quiero ofrecerte un lugar en él.

Tú has sido...
un hombre capaz de aceptar con igual semblante los premios que los reveses
de Fortuna...
Dame a un hombre que no sea esclavo de sus pasiones y lo colocaré en el
centro de mi corazón, ¡ay! en el corazón de mi corazón.
Como hago contigo...


-Hamlet a su amigo Horacio-


lunes, 18 de julio de 2011

Desde lo alto del puente.



¿Alguna vez habeis estado en algún lugar tan alto que habeis sentido con sólo mirar hacia abajo cómo vuestro estómago os avisaba del peligro?

Así es como me siento yo ahora. Aunque en realidad...admito que hay buenas vistas desde donde estoy, por lo menos puedo verlo todo con perspectiva.

Ha habido un cambio bastante grande y una vez más he aprendido que no se puede confiar ni en tu propia sombra, y pese a que de siempre nos han dicho que queramos a quien nos quiere...nos seguimos empeñando en estar por las personas que no nos merecen.

Me alegro de estar en lo alto del puente, de verlo todo desde arriba, de pensar que la falta de equilibrio sí que podría cambiarlo todo, cambiar mi vida y no sólo mi vida, la de mucha gente; me ayuda a pensar con claridad y encontrar un atisbo de positividad en todo lo que está pasando...

Estos días he estado con personas que me han ayudado a salir del bucle en el que estaba, aún me cuesta bastante, pero la verdad es que gracias a estas personas me encuentro mejor día a día, me ayudan a tirar para delante y cuando me siento sola, sólo tengo que pensar en esas personas.

Hay todo un mundo ahí fuera, pero a veces se me olvida y sólo veo las cuatro paredes que me rodean.

Aún así, poco a poco y apoyándome en quienes me están demostrando lo mejor de ellos, espero salir del bache y darme cuenta de que la vida son dos días y no hay tiempo para rayarse, lo mejor es mirar la vida desde lo alto del puente...


-E.-

lunes, 20 de junio de 2011

Rompiendo muros.

"En algún momento hay que decidirse, los muros no mantienen a los demás fuera, sino a ti dentro. La vida es un caos, somos así. Puedes pasarte la vida levantando muros, o puedes vivirlas saltándolos. Aunque es verdad que hay algunos muros demasiado peligrosos para curzarlos. Lo único que sé es que si finalmente te aventuras a cruzar...las vistas al otro lado pueden ser fantásticas."

-GA-

sábado, 4 de junio de 2011

Oriente

Antonio, en los acentos de Cleopatra encantado,
la copa de oro olvida que está de néctar llena.
Y, creyente en los sueños que evoca la sirena,
toda en los ojos i¡tiene su alma de soldado.

La reina, hoja tras hoja, deshojando sus flores,
en la copa de Antonio las deja dulcemente...
Y prosigue su cuento de batallas y amores,
aprendido en las magas tradiciones de Oriente...

Detiénese... y Antonio ve su copa olvidada...
Mas pone ella la mano sobre el borde de oro,
y, sonriendo, lenta hacia sí la retira...

Después. siempre a los ojos del guerrero asomada,
sella sus gruesos labios con un beso sonoro...
Y da la copa a un siervo, que la bebe y expira...

- Manuel Machado -


Uno de los poemas que pertenecen a su primer libro Alma.
Es uno de mis favoritos de los de este fantástico poeta.
Espero que os guste y lo encontreis inquietante como yo.

domingo, 29 de mayo de 2011

Mi lugar

Y de nuevo me voy a aquel lugar, mi lugar, donde consigo refugiarme y ser feliz...

jueves, 26 de mayo de 2011

Noite

He tenido un minuto
y me he asomado a mi balcón.
La noche cae sobre el pueblo,
las farolas lejanas alumbran la calle,
las más cercanas nos inundan con la oscuridad,
las calles parecen moradas de fantasmas.
Una suave brisa refrescante en una bochornosa noche
anuncia con su aroma la llegada del verano;
y mientras todo eso acontece,
mientras yo observo la nocturnidad sucederse,
mientras me pregunto ¿qué hago yo aquí?
El pueblo duerme,
duerme y espera a otro día,
otro día donde la vida sigue, mi vida,
que no se estanca nunca
porque el tiempo no deja de correr,
tiempo, sólo el tiempo me llevará con él,
al cambio, al nuevo día, a mi nueva vida
allá donde nada se detiene ante él.

domingo, 15 de mayo de 2011

Hope & Faith, lo último que debe perderse.

Aquella noche salí con unas amigas a tomar unas copas, había estado todo el día pensando en esa noche y las ganas que tenía de conocer a alguien con quien pasar un buen rato, quién sabe, tomar algo, hablar un poco, soltar unas risas y si la ocasión era propicia...¿Por qué no divertirnos un poco?

Fuimos a ese local tan guay de la ciudad en el que la mayoría de los que van buscan ligue o quieren pillar algo para esa noche, puede parecer algo desesperado, pero en ese momento lo estaba.

Hace un de días me encontré con mi ex, me contó que está de fábula con su nueva pareja, que estaba mejor que nunca y que era la mejor persona que había conocido nunca (a mi eso no dejó de sonarme a reproche).

No pretendía conocer a alguien para olvidarla ni para restregarle que yo también era capaz de seguir adelante, tan sólo buscaba a alguien con quien sentirme bien, aunque fuera por un rato, sé que sonaba mal dicho así, pero necesitaba hacer eso para demostrarme que yo también podía salir adelante.

Al entrar en el local, mis amigas y yo nos pedimos unas copas y empezamos a bailar y a hacer el tonto como siempre, estaba entretenida, pero yo me impacientaba cada vez más al ver que esa noche podría acabar como las de los últomos meses, sola en mi cama con mis pensamientos de una vida mejor con alguien.

Pasado un rato, un camarero se acercó a mi y me dio una copa, me dijo que era cortesía de la chica de la barra. Sorprendida, miré hacia donde me señaló el camarero y vi a la chica más guapa de todo el local.

- ¡Espera! ¿seguro que no es un error? - le dije al camarero.
- Para nada, tu eres Dylan ¿verdad? - dijo él.
- Sí, ¿me conoces? - pregunté.
- Yo no, pero esa chica parece que si. - contestó él.

Yo estaba más intrigada que nunca, miré hacia ella, levanté mi copa en señal de agradecimiento y bebí un sorbo. Dios...era preciosa, y yo estaba aquí pensando de qué me conocería mientras ella esperaba en la barra.

Al cabo de un rato observé cómo se alejaba de la barra para salir del local. Me sentí estúpida al no haberme acercado antes, así que acabé la copa y me dispuse a seguirla. Mis amigas estaban demasiado ebrias ya como para darse cuenta de algo, por lo que me largué sin decirles nada, ya les daría explicaciones, de momento no iba a permitir que aquella chica se escapase.

Notaba mi corazón latiendo con fuerza en el pecho, la busqué sin parar durante un buen rato y cuando estaba a punto de rendirme, la vi en el aparcamiento, apoyada en su jeep, de brazos cruzados y sonriéndome. Me acerqué a ella y con mi mejor sonrisa la saludé.

- Hola, gracias por la copa. - fue lo primero que se me ocurrió decir.
- De nada, pensaba que no me seguirías, estaba a punto de marcharme. - esa voz me sonaba de algo.
- Perdona, es que...tardé un poco de tiempo en armarme de valor.
- (Ella sonrió) ¿No me recuerdas verdad? - preguntó.
- Reconozco tu voz, pero no logro acordarme de más... - casi me disculpé.
- Soy Sam, fuimos compañeras de clase en el instituto, hace mucho ya de eso, es normal que no te acuerdes.

De repente caí en la cuenta, ¡Sam! aquella chica tímida que casi siempre iba sola y con la que nunca había hablado...me sorprendió mucho que se hubiera convertido en aquella mujer guapa y atrevida, pero más me sorprendió otro detalle...

- Ya te recuerdo Sam, pero no sabía que tu...en fin...tu.... ¿entiendes?
- (Sam se rió, tenía una sonrisa preciosa...) ¿Recuerdas 4º curso? eras una de las chicas más populares y con fama de hacer lo que te daba la gana del instituto, pues aquel año me di cuenta de que sentía algo por ti, fueron pasando los años y llegue a aceptar que estaba enamorada. Al acabar el instituto te perdí la pista, me centré en mi carrera y no volví a saber de ti hasta esta noche.
- ¡Vaya! - yo estaba sorprendida, aquella chica que me miraba con esos ojos preciosos había estado enamorada de mi todo este tiempo y yo no había sabido nada. - ¿Por qué no me dijiste nada Sam?
- Nunca estuve segura de mis sentimientos ni de si tu llegarías a sentir algo por mi, supongo que no me armé de valor hasta hoy, al igual que tu has hecho esta noche al seguirme.
- Si te soy sincera, me alegro de que hoy te hayas armado de valor.

Ella sonrió y bajó la cabeza tímidamente, en ese momento yo me había olvidado de mi ex, de mis amigas y de que el mundo que nos rodeaba. Le levanté la cara, la miré a los ojos y la besé. Me devolvió el beso, y fue como si el destino nos hubiera puesto aquel día en aquel local a las dos.

Después de besarme me miró y me dijo que si quería que me llevara a alguna parte, le dije que me llevara donde me llevase, que fuera con ella; me sonrió de nuevo y yo me deshice por dentro. Después subimos a su coche y nos perdimos en la noche hacia algún lugar donde en mis pensamientos ya no hubiera más rayadas, sino que estarían ocupados por Sam.

E.

domingo, 1 de mayo de 2011

Elisabeth

Quiero volver allí para volverte a ver,
quiero volver a escuchar lo que me dijiste
y quiero que me tatúes de nuevo en la piel
lo que me dibujaste bajo aquella luz.

Quiero volver a sentir esa sensación,
volver a ponerme nerviosa al sentir tu tacto en mi piel,
y quiero vivir de nuevo aquella noche
en la que sólo estabas tú.

Quiero preguntarte tu nombre,
y al no saber cómo, hacerme un lío,
y quiero sonreír con la tontería
de que sonrías al decir el mío.

Quiero darte mis consejos
y ser para ti la más sabia del universo
y quiero que se me erice la piel
mientras la tocas con tus dedos.

Quiero verte todos los días,
en el mismo sitio de siempre,
pero quiero atreverme a acercarme
y no esperar hasta el final para hablarte.

Quiero pensar que fue bonito
que me empezases a abrir los ojos
y que sintiese algo aquella noche
al ver que tú me mirabas de reojo.

Quiero recordar ese lapso,
para tener una sensación agradable
al rememorar ese algo
que sucedió en aquel instante.

Y quiero enjaular el tiempo,
para que deje de volar,
porque quiero volver a aquella noche,
bajo la luna llena y junto al mar.

E.

sábado, 30 de abril de 2011

Cansada.

Maldito cambio que me hace sollozar,
tu terquedad y tu orgullo me hacen pasarlo mal,
te encaras con quien no puede luchar,
hoy estoy cansada de pelear.

E.

sábado, 26 de marzo de 2011

Afraid.

No sé nada de ti...
Me preocupo.

No sé nada de ti...
Tengo miedo.

¿Me querrás?

No se nada de ti...

¿Me habrás dejado de amar?

E.

sábado, 19 de marzo de 2011

Moonlight


Luna creciente,
Luna llena,
Luna menguante.
Luna del cielo pendiente
Luna bella
Luna que brilla como un diamante.
Brinda tu energía,
brinda tu poder.
Concede a esta bruja
tu hechizo
y tu querer.
No dejes de existir,
no dejes de brillar.
Cuídame desde tu lejanía,
haz a la magia comenzar.
Luna bella,
Luna hermosa,
sigue en el cielo
tan maravillosa.
E.
En honor a la Luna llena de estas noches que ejerce su influencia en las mareas y en nosotros, vigilándonos siempre desde arriba, apareciendo cada noche.

viernes, 11 de marzo de 2011

Diana

Tras una larga jornada de caza,
la tarde caía en el monte,
paseábamos entre las zarzas
y mis canes oteaban el horizonte.

Estando yo, entonces, en el bosque descansando,
me despertaron unas risas femeninas,
y para saciar mi curiosidad fui buscando
hasta dar con una imagen divina.

Allí en un claro en el bosque,
donde el río hace un alto en su destino,
se formaba una laguna enorme
antes de seguir su camino.

Había plantas, árboles, vegetación por doquier,
entre todos ocultaban ese misterioso lugar,
yo olvidé dónde estaba y qué tenía que hacer,
pues me envolvía lo místico y sobrenatural.

Había pequeñas hadas volando,
y se escuchaban lejanamente
las flautas de unos sátiros sonando,
enfrente, varias ninfas dispuestas especialmente.


No daba crédito a lo que mis ojos veían,
bellas y hermosas estaban nadando
y la imagen perfecta de una Diosa escondían
mientras todas ellas reunidas la seguían bañando.


Giré la mirada, pues ver aquella estampa era osado,
cerré los ojos y pensé si acaso estaba soñando,
miré a mis fieles seguidores allí posados
y al alzar la vista, tan bellas, allí seguían jugando.

Inmerso en la figura de la Diosa estaba,
y cegado por su belleza no vi venir
que un cervatillo joven se acercaba
junto a las aguas para su sed no sufrir.

Inocente ser que predecía mi destino,
si con aquel claro en el bosque no hubiese dado
muy diferente habría sido entonces mi sino
pues quizá la vida hubiera salvado.

Una postura de alerta, un lomo encorvado,
un aviso incesante de lo que allí iba a pasar,
un nerviosismo palpante y un pelo erizado
prorrumpieron todos en un sonoro ladrar.

Las hadas salieron volando,
las flautas dejaron de sonar,
las Ninfas a la Diosa tapando
se pusieron todas a gritar.

Mi figura del escondite saliendo
intentó a mis perros acallar,
el ciervo salió corriendo
y mis canes, de él, detrás.

Mi rostro suplicaba el perdón,
mis palabras mostraban lamento,
a la Diosa pedí compasión
mientras mostraba arrepentimiento.

A las ninfas, la Diosa, pidió privacidad,
ellas marcharon sin responder,
Ésta se acercó a mi con frialdad
y yo mi error tuve que reconocer.

Había ultrajado su mágico rincón,
sus virginales cuerpos observe sin aprobación,
aquel hecho sería mi perdición,
estaba a punto de comenzar mi destrucción.

Un dolor agudo me recorrió la espalda,
una sensación extraña noté en mi cara,
del puro temor empecé la escapada,
hasta que con una voz grité ¡Para!

La expresión se perdió en el aire,
el Céfiro se la llevó,
sentí pavor en mis carnes
de a lo que mi voz sonó.

No eran palabras,
no era poesía,
era un bramido
lo que de mi interior salía.

Mis manos ya no sentían,
mi rostro no era palpable,
mis ojos sin color veían,
me sentía muy vulnerable.

El bosque atravesé sin parar,
quería de todo aquello huir,
no podría escapar
si de allí no intentaba salir.

Un sonido familiar de lejos oí,
seguido de cincuenta iguales en conjunto sonar
la cuenta de por donde venía perdí,
pues estaba rodeado de un eco dispar.

¡Amigos!, ¡Mis fieles!, ¡Soy yo, Acteón!
nada más que bramidos y sonidos, ellos, escucharon
salir de lo más profundo de mi corazón,
pues todos mis canes hacia mí se arrojaron.

Y sin ningún tipo de compasión
ignorantes empezaron a devorarme,
pues mi cuerpo fue mi prisión
y mi verdugo, Diana al sacrificarme.

Yo fui castigado
y de mis perros su trofeo ganado
pues lamentablemente fui trasformado
en el cervatillo que antes me había delatado.

Ellos a Acteón, su amo, buscaban
pues la pieza de caza habían ganado,
yo a ellos no los culpaba
pues su trabajo habían realizado.

Todos los canes junto a mi cuerpo sollozaban,
gemían de pena, pues intuían que yo ya no estaba,
mi amigo y maestro Quirón a mis perros encontró
y para ellos, y en mi honor, una estatua de mí erigió.

E.
Basado en el mito de Diana y Acteón de las Metamorphosis de Ovidio.







domingo, 20 de febrero de 2011

Solo.

Disfrutando de estos momentos de soledad,
Mirando pero no viendo,
Oyendo pero no escuchando,
Sintiendo pero no pensando.

El dolor es el eco de mis pensamientos,
Las palabras murmullos que me anhelan,
Las voces ruidos que no entiendo
Y la gente fantasmas que me rodean.

Ya no pienso, veo las vidas pasar.
Solo observo, vivo a través de su actuar.
Me dejo llevar por el camino que me arrastra,
Todo me da igual una vez más.

¿Merece la pena este sufrimiento?
¿Merece la pena este dolor?
Si antes de que muden sus hojas,
Ya están los árboles en flor.

E.


Foto: Puente de Carlos V en Praga.
Bonita foto, bonito recuerdo en mi mente.

domingo, 6 de febrero de 2011

Ángel mío.

Angelical rostro relleno de dolor,
yaciente en tu tumba cuna de tu perdición.
Deshonrosa pasión cuyo perjurio cometiste,
Castigo Divino es lo único que mereciste.

Mantente frío, mantente distante,
Siempre sempiterno cual difunto amante.
Asume tu destino, Luzbel, asume tu pena,
Reposa en lo profundo de tu máxima condena.

Calla cuando te observen y dista de escapar,
Permanece inmóvil, permanece inerte,
Calla cuando te miren y dista de regresar.

Dime, - ¿quién eres tú ahora?- Ángel hermoso,
Y responde - No soy ni ya seré quien ser solía -,
Lo lamento, pero no dejaré de mirar por ello tu bello rostro.

E.

domingo, 16 de enero de 2011

Tartarus

Pasaba los días lamentándome
(...)
Allá por donde iba, una rara melancolía
Rozaba mis entrañas pensando en todo lo que perdía.
(...)
Vivía sin cesar de esta manera el día a día
Dejando todo atrás, mirando hacia otro lado para no enfrentarme a lo que debía.
Cansadas de mis decisiones
Las Parcas cumplieron mi destino,
Cortaron mi hilo antes de tiempo sólo por diversión
pues creyeron que en el inframundo estaría mucho mejor
y que allí aprendería el verdadero sentido de culpabilidad y sumisión.

Descendí al Tartaro más profundo que podáis imaginar,
Pagué a Caronte para en su barca la laguna Estigia poder cruzar,
Veía los cadáveres en sus turbias aguas intentar trepar,
Agitaban la barca que por mis ruegos no llegó a volcar.


Al llegar a tierra firme, comprobé que era árida sin igual,
como la mezcla de mil desiertos en mil días sin nocturnidad.
Intenté atravesar los nueve círculos de Dante,
Al igual que él, llevaba a Virgilio como ayudante.
Me apiadé del Limbo, pero dejé allí a esas personas, por miedo, al instante.
Temí no avanzar más del segundo círculo,
Pues allí castigaban a las almas pecadoras y los lujuriosos.
Allí conocí a Dido, en mis manos tuve tan bello rostro
que me apiadé de su final desastroso.
Me enfrenté a Cerbero, que con ladridos humeantes
frenaba mi paso al siguiente nivel sin opción a calmarle.
Cuando vi a Orfeo, le pedí ayuda con el can sin miedo.

En el cuarto círculo me criticaron de avaricia,
pues en vida lo quise tener todo y para ello no controlé con pericia.
Avancé a lo largo del quinto, con gran pesar en mi conciencia,
pues sabía que en ese mismo me tacharían con la pereza.
Superé a las furias, pues atacan a los asesinos y yo no pecaba de crimen,
por lo que no supusieron venganza contra mí ni contra nadie mientras que no las timen.

A los soberbios y los envidiosos dejé atrás,
Pues ninguno de los dos me vio llegar.
En cuanto a los herejes que veía abrasados,
Me cuidé de agachar la cabeza y mirar hacia otro lado.
Crucé a nado el Flegetonte, ríos de sangre hirviente
que bandidos, criminales y violadores derramaron en su anterior vida malviviente.
Pasé al lado de los violentos,
Cuyos cuerpos castigaban las Harpías.
No miré fijamente, pues observaban que las veía.
Asustada seguía mi camino, pues al octavo círculo conducía mi destino.
Allí me detuvieron un instante, pues imaginaron que una hipócrita acudía incensante.
Con gran pesar me dejaron pasar, pues Virgilio una vez más consiguióme librar.
Finalmente el octavo dejé atrás y cruzando el ancho foso que los separa al noveno fuimos a parar.
Aquí estaban los traidores, cuyas lágrimas eran congeladas,
impidiendo así el último desahogo que les permitía esas gotitas heladas.
Asombrada estaba cada vez que un nivel avanzaba,
de la crueldad de aquel lugar
que castigaba con malicia sin cesar.
En el noveno vi Titanes, Gigantes y conspiradores,
Que de menor a mayor
conducen el camino hasta el Infierno más profundo donde destaca el gran traidor.
Aquel que una vez tuvo alas, aquel que cayó y se lastimó.
Un ángel que fue divino y ahora es muy diferente su destino.

Cuando Virgilio sola me dejó, pues su parte del viaje había cumplido,
ya no tenía miedo, pues era hora de afrontar mi sino.
Ante Él me situé y mi sentencia y castigo esperé,
Pues comenzó a enumerarme mis pecados.
Cada vez temía más por el trágico final,
ya sólo me quedaba por conocer cuál sería mi condena
que ahuguraba mi viaje al Tartarus,
y si podría tener ayuda como Ariadna ayudó a Teseo con el Minotaurus.
Cuando acabó de valorar mis hechos,
Ocurrió una cosa que jamás preví.
No estaba hecha para quedarme allí,
había sido todo una lección que aprender debí.
Tendría que revivir mi vida
y saber cómo sobrevivir.
Porque cuando me diese cuenta de que se te puede acabar en un instante
desearía tener ganas, sin importarme lo instrascendental, de vivir.
Había superado los nueve círculos de averno,
Había visto los peores castigos para los peores pecadores
Había imaginado pasar la eternidad en aquel lugar
Y al final, es que me echaron del infierno
porque me faltaban pecados que realizar.
E.
Fuentes, idea sacada de: Dante, La Divina Comedia.





sábado, 15 de enero de 2011

Sensaciones...

No me mires, pues miran que nos miramos. Miremos la manera de no mirarnos, no nos miremos y cuando no nos miren, nos miraremos.

jueves, 6 de enero de 2011

Y sentirte...

Y sentir tu fragancia
Cuando te acercas a mi lado.
Y sentirte tan cerca
Cuando tú ya te has marchado.
Y sentir tus labios resbalando
Por mi cuerpo mojado
Mientras un manto de agua cálida
Empapa mi cuerpo templado.
No dejar de pensar en ti
Es sentirte siempre cerca de mí.
Porque recuerdo sentir tu piel erizarse bajo mi tacto,
Mis manos pasearse en tus suaves labios,
Y mi boca rozando tu cuello
Para susurrarte muy suavemente un leve jadeo.
Tu cuerpo vibraba bajo el mío...
Y es que no puedo olvidarte,
Tan solo puedo imaginarme
Cómo tu corazón junto al mío late.
Tras eso, una sensación de paz,
Una increíble tranquilidad,
Mi cabeza apoyada en tu pecho,
Mi cuerpo de lado junto al tuyo,
Mis piernas abrazando las tuyas...
Tu respiración recuperando su ritmo normal...
Tus caricias en mi espalda...
El ruido que cesa...
Y sentir cómo el más relajante letargo nos invade
Y sentir cómo nos hace caer en un descanso incesante
Que nos une en un sueño interminable,
En un sentimiento inalcanzable.
.
.
E.

miércoles, 5 de enero de 2011

Soñando la realidad

- ¿Hola?
- Hola
- Dime
- ¿El qué?
- Lo que piensas...
- Nada...
- Si no te conociera me lo creería. ¿En qué piensas?
- La relevancia de los sueños...hace tiempo que no quiero dormir...hace tiempo que solo quiero seguir hablando contigo. Antes deseaba evadirme, viajar a través de los sueños, alejarme de la realidad y no despertarme nunca. Ahora, llevo varias noches sin dormir, y por mucho que me pesen los párpados...no quiero dejar de oír tu voz porque el tiempo contigo vuela, y no puedo perderlo durmiendo.
- ¿Sabes qué? No quieres dormir cuando la realidad es más preciosa que el más dulce sueño que puedas tener...
- ¿Qué puedo hacer para no perderla?
- Duerme, pequeña, yo no me iré a ninguna parte, estaré a tu lado cuando despiertes, no vas a perderla.
.
.
.
Gracias por seguir ahí cuando despierto...
E.